domingo, 30 de septiembre de 2012

Nuestra querida Lluvia, se nos fue.

 
¡Qué pronto te has ido, mi pequeña! Llegaste a mí, enferma y triste. Me supo a poco tu vida y tu compañía. Te fuiste, lentamente, en mis brazos, llena de besos y ternura. ¡Cuánto amor había en tu última mirada!
¡HASTA SIEMPRE, MI PEQUEÑA LLUVIA!
 
CELIA