Eran tres pastores alemanes que estaban sedientos y cansados. Los encontró María, y en un descuido los 3 se le metieron en el coche. Sabían muy bien lo que hacían. Así estuvo María, dos horas con ellos hasta que Carlos, su dueño, nos llamó porque había perdido 3 perros. ¡Menos mal! Mil gracias a todos los que difundieron y se preocuparon de estas criaturas.
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