ADIÓS A NUESTRA PEQUEÑA COCODRILA.

Cuando supe de su existencia, mi deseo era darle un final feliz lleno de cariño. Poli ya era mayor cuando llegó a casa. La llamamos cariñosamente Cocodrila porque fue llegar y ya quiso ser la jefa de los demás perritos, abriendo su boca como un pequeño cocodrilo. En realidad, ninguno le hacía caso pero se convirtió, en pocos minutos, en la reina de nuestro hogar. La quisimos muchísimo y nos divertimos mucho con ella. Era una perrita especial. Estaba malita y nos ha dejado para siempre. ¡NO TE OLVIDAREMOS PEQUEÑA COCODRILA! (Celia Gómez)