En los huesitos estaba Canelo, tambaleándose, cuando encontró a Fernando que, no dudó en llevárselo a su casa y ayudarle a recuperarse. Ha decidido adoptarlo y Canelo se ha convertido en un perrito precioso y feliz. Fernando ya nos había adoptado a Mimo y a Spargüi (dos casos, también muy tristes). MUCHAS GRACIAS FERNANDO POR TODO LO QUE HAS HECHO POR ESTOS PERRITOS Y POR LO MUCHO QUE LOS QUIERES.
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