Bálkan estaba solito en la calle. Llevaba varios días dando vueltas y unas buenas personas le daban de comer pero él necesitaba una familia que lo quisiera. Ahora, Bálkan es feliz con una estupenda familia que lo adora y con un hermano juguetón con el que disfruta mucho. (Damos las gracias a todas las personas que han hecho posible que Bálkan sea un perrito afortunado).
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