Recogido de la calle muy triste y muy delgado, fue cuidado con mucho cariño por nuestra compañera Mamen. Pero Ringo (como se llama ahora) necesitaba una buena familia que le dé el hogar que se merece. Es un auténtico amor. Sonia y su familia lo adoptaron y ya lo quieren mucho. Creemos que Ringo va a ser muy feliz. MUCHAS GRACIAS.
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