Pepi, la pobrecilla, se había perdido de su casa. Estaba cruzando la carretera, muy insegura, a punto de ser atropellada. La recogimos, es muy pequeñita, muy cariñosa y muy mayor. Daba penita verla, solita por la calle. YA ESTÁ CON SUS DUEÑOS. (Gracias a Raquel Herrero por su ayuda).
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