Estas dos bellezas son Blanqui y Wuapy, madre e hijo, viven en completa libertad pero no les falta la alimentación ni el agua.
Blanqui está castrada pero el macho no, porque es muy esquivo, en una ocasión lo cogí pero escapó. Lo curioso de esto es que el gato tiene más de un año y siempre está con su madre, se hacen mil carantoñas y arrumacos, se lamen constantemente y la madre incluso le riñe cuando Wuapy se pone muy pesado.
Mis queridos amigos animaleros, creo que eso es amor maternal.
Encarna
1 comentario:
¡Qué tierna y preciosa estampa!
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