Manuela estaba en la calle, sufriendo mucho, debido a que tenía un grave problema en una pata. Fue rescatada y nos dimos cuenta de lo linda y agradecida que era.
Como veis, la patita estaba fatal y había que operarla con urgencia.
Fui cuidada con mucho cariño en su casa de acogida (Pilar y Arturo). Eso hizo que se recuperara pronto. Para que Manuela no tuviese dolor y pudiera llevar una vida normal tuvo que quedarse sin la pata delantera derecha.
En realidad, eso no le impidió ser una perrita feliz y muy cariñosa. Y, además, preciosa.
Manuela tuvo una inmensa suerte ya que una familia de Barcelona se fijó en ella, le dio mucha pena y quiso adoptarla para darle un buena vida. Es una perrita muy joven. Le pusieron de nombre Moana. La llevan a todas partes y Moana se lo pasa en grande. Sabemos que la quieren muchísimo. MUCHAS GRACIAS.
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